El rumor de otros mundos es una pieza creada especialmente para la exposición colectiva Para Goya. La singularidad de la obra radica en un juego conceptual en lo que a las técnicas calcográficas se refiere. Respecto a este particular cabe decir que para realizar el retrato de Goya de la pieza me valí de una estampa original del autorretrato con el que el pintor aragonés preludia la serie Los caprichos, una estampa perteneciente a una edición del siglo XIX que obraba en poder de mi familia.
Con el grabado original en las manos me dirigí a una copistería, donde encargué que lo fotocopiaran a diferentes escalas hasta lograr una Xerocopia del tamaño que yo precisaba. Horas más tarde, ya en mi taller y con la ayuda de un rodillo y disolvente universal, transferí el tóner de la Xerocopia a una hoja de papel de algodón sobre la que seguidamente pinté el cuadrado rojo y pegué la oreja dorada.